El Chitosán es una fibra natural extraída del exoesqueleto de ciertos crustáceos marinos y que resulta interesante porque tiene la capacidad de neutralizar la absorción de las grasas. El Chitosán está compuesto por Quitina, un polisacárido que responde al nombre específico de N-Acetil-D-Glucosamina. El Chitosán es conocido principalmente por sus propiedades para ayudar a bajar de peso. Sin embargo, existen otros muchos beneficios de esta sustancia: 1. Puede reforzar el sistema inmunológico: El Chitosán puede reforzar el sistema inmune a través de dos vertientes, la inmunidad humoral, representada por la síntesis de anticuerpos y la inmunidad celular, ejercida por un grupo de células entre las que sobresalen los linfocitos T y B. 2. Puede ayudar a equilibrar los niveles de colesterol: Son numerosos los estudios realizados cuyos resultados demuestran que el Chitosán puede equilibrar los niveles de colesterol en sangre, principalmente el “colesterol malo” o LDL. 3. Puede reducir la tensión arterial: Del Chitosán se sabe también que es hipertensor, o sea, que puede reducir la tensión arterial. 4. Puede ayudar a evitar las infecciones: El Chitosán también resulta muy útil para evitar las infecciones en dientes y encías. 5. Para la enfermedad de Crohn: Varios estudios médicos han confirmado las capacidades del Chitosán como suplemento para ayudar a quienes padecen de Crohn, un frecuente proceso inflamatorio crónico que normalmente se instala en los últimos tramos del tracto intestinal. 6. Para adelgazar: El Chitosán es considerado una fibra natural de extraordinaria calidad biológica con excelente capacidad para la absorción de grasas. Cada gramo de Chitosán, “secuestra” unos ocho gramos de grasa. Ingiriendo dos gramos de Chitosán antes de una comida que contenga grasas, se estarán desviando del metabolismo una cantidad equivalente a unas 120-160 kilocalorías.