Fitness Burger ha conseguido terminar con la monotonía de las dietas de nutrición deportiva. Ningún amante de la actividad física tendrá que preocuparse más por todos aquellos platos que tanto le gustan y que no puede comer debido a las normas de su dieta. Las hamburguesas suelen estar en lo alto de esa lista, y en este caso, se ha conseguido que, gracias al pollo de corral, tenga unas propiedades muy positivas. En su composición destacan, por encima de todas las cosas, las proteínas. Esto se debe a que el pollo es el ingrediente principal, pero además está enriquecido con proteína de guisante con una calidad muy alta. Así, Fitness Burger Pollo de Corral supone una ayuda muy importante para la actividad física. Los aminoácidos que contiene son clave a la hora de detener los procesos de catabolismo, que pueden degenerar los tejidos musculares para obtener energía a través de ellos; una vez se ha llevado a cabo esa protección, los músculos se nutren de la riqueza proteica de este producto, aumentando su rendimiento en factores como la potencia o la resistencia y facilitando el crecimiento del volumen de masa magra a través de procesos anabólicos. Si se consume después de un entrenamiento, Fitness Burger Pollo de Corral ayuda a la recuperación muscular, ya que los aminoácidos se encargan de reparar y regenerar las fibras y tejidos musculares que han sufrido el impacto de la actividad física. De esta manera, se acortan los tiempos de descanso necesarios entre una sesión y otra. Para que ningún elemento perjudique todos estos beneficios, las hamburguesas están hechas con solomillos de pechuga de pollo de corral limpio de grasas y con un nivel de carbohidratos bastante bajo. Lo que se consigue con esto, además de eliminar las grasas saturadas, es reducir el impacto de Fitness Burger Pollo de Corral en variables como el peso corporal.